miércoles, 15 de junio de 2011

Ataque cerebral

Otros nombres: Accidente cerebrovascular, ACV, Apoplejía, Derrame cerebral, Hemorragia cerebral 
 
 
Un ataque cerebral es una urgencia médica. Los ataques cerebrales suceden cuando se detiene el flujo sanguíneo al cerebro. En apenas unos minutos, las células cerebrales empiezan a morir. Existen dos tipos de derrames cerebrales. El tipo más común, llamado ataque cerebral isquémico, es causado por un coágulo sanguíneo que bloquea o tapona un vaso sanguíneo en el cerebro. El otro tipo, llamado ataque cerebral hemorrágico, es causado por la ruptura de un vaso sanguíneo que sangra hacia dentro del cerebro. Los "mini-derrames cerebrales" o ataques isquémicos transitorios, ocurren cuando el suministro de sangre al cerebro se interrumpe brevemente.
Los síntomas de un derrame cerebral son:
  • Entumecimiento o debilidad repentinos en el rostro, brazos o piernas (especialmente de un lado del cuerpo)
  • Confusión súbita, dificultad para hablar o entender
  • Problemas repentinos para ver con uno o ambos ojos
  • Dificultad repentina para caminar, mareos, pérdida de equilibrio o coordinación de los movimientos
  • Dolor de cabeza súbito y severo sin causa conocida
Si tiene alguno de estos síntomas, debe ir rápidamente a un hospital para empezar un tratamiento. La terapia aguda para el ataque cerebral trata de parar el derrame disolviendo el coágulo o controlando la hemorragia. La rehabilitación posterior al ataque cerebral ayuda a las personas a superar las discapacidades causadas por el derrame. La terapia medicinal con anticoagulantes y antiplaquetarios es el tratamiento más común para el ataque cerebral.
NIH: Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Derrame Cerebral

El ejercicio podría proteger al cerebro de los 'accidentes cerebrovasculares silenciosos'

Un estudio encuentra que la actividad física de moderada a intensa reduce el riesgo de los adultos mayores en 40 por ciento
Dirección de esta página: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/news/fullstory_113036.html(*estas noticias no estarán disponibles después del 09/07/2011)

Mary Elizabeth Dallas
Traducido del inglés: jueves, 9 de junio, 2011 
Imagen de noticias HealthDay
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MIÉRCOLES, 8 de junio (HealthDay News/HolaDoctor) -- Trotar, nadar, montar bicicleta u otras actividades físicas de moderadas a intensas podrían proteger al cerebro de los "accidentes cerebrovasculares silenciosos", pequeñas lesiones cerebrales que pueden llevar al declive mental y aumentar las probabilidades de accidentes cerebrovasculares posteriores, sugiere un estudio reciente.
"Esos accidentes cerebrovasculares silenciosos son más significativos de lo que su nombre implica, ya que se han asociado con un mayor riesgo de caídas y discapacidad de la movilidad, problemas de memoria e incluso demencia, además de accidente cerebrovascular", señaló en un comunicado de prensa de la Academia Estadounidense de Neurología (American Academy of Neurology) el autor del estudio, el Dr. Joshua Z. Willey, de la Universidad de Columbia.
"Exhortar a las personas mayores a participar en ejercicio de moderado a intenso podría ser una estrategia importante para mantener sus cerebros sanos", aseguró.
Para el estudio, Willey y sus compañeros de investigación recopilaron información sobre los hábitos de ejercicio de 1,238 personas que nunca habían sufrido de un accidente cerebrovascular. Alrededor del 43 por ciento afirmaron que no hacían ejercicio habitualmente; 36 por ciento hacían actividad física ligera, como jugar al golf o caminar; y 21 por ciento afirmaron que hacían ejercicio de moderado a intenso, como jugar tenis, nadar, jugar racquetball, senderismo o trotar de forma habitual.
Unos seis años más tarde, los investigadores escanearon los cerebros de los participantes, que ya tenían una edad promedio de 70 años. Los escáneres revelaron que 16 por ciento habían experimentado accidentes cerebrales silenciosos.
Los que reportaron participar en actividad de moderada a intensa tenían 40 por ciento menos probabilidades de haber desarrollado esas pequeñas lesiones cerebrales que los que no hacían ejercicio de forma habitual, encontró el estudio. No hubo diferencia en las probabilidades de lesiones cerebrales entre los que hacían ejercicio ligero y los que no hacían actividad física habitualmente.
"Por supuesto, el ejercicio ligero tiene muchos otros efectos beneficiosos, y esos resultados no deben disuadir a la gente de hacer ejercicio ligero", anotó Willey.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 8 de junio de la revista Neurology.
El estudio también encontró que los beneficios del ejercicio habitual para la salud del cerebro no aplicaban para los que no tenían seguro de salud o tenían Medicaid. "Tal vez las dificultades generales de la vida de las personas que no tienen seguro o que tienen Medicaid reducen el efecto protector del ejercicio habitual", señaló Willey.

Investigación muestra que la enfermedad de Alzheimer a menudo no es detectada en fase temprana

Imagen de noticias HealthDayLunes 16 de mayo (HealthDay News) - Más de la mitad de aquellos que desarrollan la enfermedad de Alzheimer antes de la edad de 60 años son inicialmente mal diagnosticados cuando los primeros signos de la enfermedad son no son los problemas de memoria, sugirió un estudio pequeño.
Investigadores españoles revisaron los casos de 40 personas de Barcelona, que tenían la enfermedad de Alzheimer según sus informes de autopsia. Los investigadores también examinaron información sobre la edad de aparición de los síntomas, así como los antecedentes familiares de los pacientes.
Cerca del 38 por ciento de los pacientes con Alzheimer de inicio temprano experimentaron síntomas distintos a la pérdida de memoria. Los síntomas incluyeron cambios en el comportamiento, problemas de visión o lenguaje y una disminución de la función ejecutiva o la capacidad para llevar a cabo tareas.
En las personas con síntomas atípicos y sin problemas de memoria, el 53 por ciento fueron incorrectamente diagnosticadas cuando vieron por primera vez a un médico, en comparación con sólo el 4 por ciento en los que sí tenían problemas de memoria.
Aquellos pacientes con Alzheimer de inicio temprano no detectado fueron mal diagnosticados, principalmente con otros tipos de demencia. De los pacientes con síntomas iniciales inusuales, el 47 por ciento todavía tenía un diagnóstico equivocado en el momento de su muerte.
"Las personas que desarrollan la enfermedad de Alzheimer de inicio temprano a menudo experimentan estos síntomas atípicos en lugar de la pérdida de memoria, lo que puede dificultar obtener un diagnóstico preciso", indicó el autor del estudio, el Dr. Albert Llado, para un comunicado de la Academia Americana de Neurología, junto con la Unidad de Alzheimer y Otros Desórdenes Cognitivos del Hospital de Barcelona y el Instituto de Investigación Biomédica Augusto Pi i Sunyer en Barcelona.

jueves, 9 de junio de 2011

Afasia

La afasia es un trastorno causado por lesiones en las partes del cerebro que controlan el lenguaje. Puede dificultar la lectura, la escritura y expresar lo que se desea decir. Es más común en los adultos que sufrieron un derrame. Otras causas pueden ser los tumores cerebrales, las infecciones, las lesiones y la demencia. El tipo de problema que tenga y la gravedad dependerán de la parte del cerebro que sufrió el daño y de la magnitud del mismo.
Existen cuatro tipos principales:
  • Afasia expresiva: el paciente sabe lo que quiere decir, pero tiene dificultad para decirlo o escribirlo
  • Afasia receptiva: se escucha la voz o puede leer un impreso, pero no le encuentra sentido a lo que lee o escucha
  • Afasia anómica: tiene dificultad para usar las palabras correctas para describir objetos, los lugares o los eventos
  • Afasia global: el paciente no puede hablar, entender lo que se le dice, leer o escribir
Algunas personas se recuperan de una afasia sin tratamiento. Sin embargo, la mayoría necesita terapia del lenguaje lo antes posible.